Otro elemento interesante en las narraciones (libros, películas y otros) es el arma de Chéjov, atribuido a Anton Chéjov que fue un médico, escritor y dramaturgo ruso (1860 -1904). Sus obras están dentro de la corriente más psicológica del realismo y el naturalismo, fue un maestro del relato corto, siendo considerado como uno de los más importantes escritores de este género en la historia de la literatura. Como dramaturgo se enclava dentro del naturalismo, aunque con ciertos toques de simbolismo, y escribió unas cuantas obras, de las cuales son las más conocidas La gaviota (1896), Tío Vania (1897), Las tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1904).
Algunos señalan que la frase no es de Chéjov, si no de algún biógrafo de las obras del ruso o incluso sólo un mito, pero al fin y al cabo es el nombre que le quedó.
El arma de Chéjov
Es un principio dramático que postula que cada elemento en la narración debe ser necesario e irremplazable, o de lo contrario debe ser eliminado.
Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o tercero este debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahí.
Para entenderlo mejor algunos ejemplos:
En El Señor de los anillos
Tras el incidente en las Quebradas de los Túmulos, los hobbits se hacen con dagas de fabricación dúnadan. Este hecho de apariencia irrelevante cobra gran importancia cuando Merry usa una de esas para herir al Rey Brujo en la rodilla, dándole la oportunidad a Eowyn de matarlo. Pudo hacerlo porque esas dagas fueron diseñadas específicamente para combatir a ese enemigo, y tienen runas letales para el Rey Brujo.
Casi todos los objetos que le da Galadriel a la Comunidad del Anillo son armas de Chéjov, por ejemplo la luz que les entrega a los hobbits.
En Harry Potter, tenemos una lista bastante impresionante.
La motocicleta voladora
El encendedor de Dumbledore
El espejo de Oesed
El coche volador
La cicatriz de Harry
La capa de invisibilidad
El diario de Tom Riddle
En Shaun of the Dead (Edgar Wright, 2004), opta por el camino más literal posible: en un momento dado los personajes discuten en un pub llamado Winchester sobre si el rifle que da nombre al propio bar, y que luce colgado de la pared como parte de su decoración, está cargado o no. Duda que se despejará más avanzado el metraje cuando la amenaza zombi del film intente convertir a los contertulios en una merienda-cena.
En Aliens (James Cameron, 1986), tenemos un uso hábil del instrumento. En la película tiene lugar una escena en la que Ripley (Sigourney Weaver) se pone a los mandos de un exoesqueleto de carga para demostrar a los marines que es una mujer igual de útil que sus compañeros varones. Dicha escena está situada ahí para demostrar el carácter del personaje, pero al mismo tiempo es utilizada para reciclar la armadura robótica como arma de Chéjov cuando en el clímax del film, durante un momento en el que el espectador ya se había olvidado del trasto en lo que respecta al guión, Ripley vuelve a enfundarse en el metal para enfrentar a la reina alien.
En el anime Little Witch Academy, tenemos el arma de Chéjov representado por un personaje, la profesora Úrsula, un personaje el cual en un principio no parece importante en la trama realmente más que ser la instructora de la protagonista, pero conforme pasa la serie se revela que prácticamente es el personaje clave en la trama, el necesario para cumplir el objetivo de la protagonista.
Personajes sin importancia que luego se vuelven vitales tenemos un montón desde los malvados de Scooby Doo hasta la vieja de las palomas en Mi Pobre Angelito 2.
En los videojuegos (sobretodo en los rpg o de aventuras) tenemos también el uso de estas armas de Chéjov, que son elementos que se obtienen e etapas previas y son necesarias para poder pasar una etapa o eliminar a algún enemigo.
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